Práctica el sexo en la bañera… consejos a tener en cuenta

Estamos poco hartas de siempre lo mismo…sexo en la cama, ¡siempre igual! Cambia un poco y sorprende a tu chico con una sesión de sexo acuática. Te damos algunos consejos para disfrutar al máximo del sexo en la bañera.
Una de las fantasías más comunes y factibles de realizar es el sexo en el agua, pero hay muchas formas distintas de practicarlo. La playa tiene el componente de que es al aire libre, el paisaje, el mar abierto… La ducha suele ser un “aquí te pillo, aquí te mato”, lleno de pasión y adrenalina, pero la bañera también tiene su encanto.
Si dispones de una bañera de tamaño medio-grande, puedes aprovechar para preparar una velada especial y de lo más húmeda. Prepara el baño con unas velas y algo de música, sales aromáticas y abundante espuma, todo lo necesario para disfrutar juntos de un excitante y relajante baño caliente.
El momento de entrar en la bañera es importante, ya que si la tina no es muy grande luego va a ser difícil moverse. No se trata de ir directos al grano, relajáos y disfrutad del contacto de vuestros cuerpos y el agua. La pose inicial más común es que, con los dos de la pareja sentados, el chico se coloque detrás. Con esta posición estaréis cómodos, os podréis acariciar sin estar comprimidos y además irás notando como tu chico va incrementando su erección.
Enjabonaos y aprovechad para añadir unas caricias adicionales, seguro que se os van las manos. Dejaos llevar y acabaréis con una sesión de sexo acuático.
Hay que tener en cuenta ciertas cosas antes de lanzarse a practicar sexo en la bañera:
– El nivel del agua. No la llenéis demasiado o el agua rebosará y saldrá haciendo olas de la bañera cuando os mováis, y según qué posturas hagáis, el de abajo puede que tenga que luchar para no ahogarse.
– Lubricación. La vagina pierde su lubricación natural cuando está en el agua y, aunque lo parezca, no basta con ella para que el sexo sea suave. Cuidado con las sales y jabones muy fuertes, ya que pueden ser agresivos para la mucosa. Lo mejor es tener a mano un poco de lubricante, preferiblemente de base oleosa o silicona.
– Posturas. La bañera es muy cómoda para estar quieto y relajado, pero enseguida os daréis cuenta de que girarse y moverse se convierte en una odisea. La mejor postura es con la chica a horcajadas sobre el hombre, que no se echará del todo. Hablamos de posturas como “La damita”, “La fusión” o “La flor de loto”. Y cuidado con los golpes y moratones, especialmente en la cabeza del que esté debajo, recomendamos que pongáis una toalla doblada, aunque se moje, para amortiguar.
– Protección. Si no usáis otro tipo de anticonceptivo, en la bañera es muy probable que el preservativo se salga, y puede llegar a dañarse al perder también el lubricante que lo recubre. Comprad un lubricante de silicona que sea compatible con condones de látex y recubridlo un poco por fuera. Para evitar que se desprenda del pene, el hombre puede sujetar la base rodeando el miembro con dos dedos.
Fuente
pasionis.es
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