Relato: el francés lento

Hoy les voy a relatar una serie de sucesos eróticos que me pasaron hace unas semanas en Barcelona. Concretamente en el entorno del Salón Erótico de Barcelona.
Ya sabéis, entre tantos pechos y tantas vaginas bailando delante mía, uno no es de piedra. Fui al salón hacia las 18 de la tarde. Rodeado de mucha gente que observaba expectante los espectáculos de actrices, tríos, orgías, pase VIP, etc. Entre los asistentes, muchas chicas que miraban con buenos ojos a los actores que estaban realizando sus labores. Me gustaría saber qué pensaban ;). ¿estaría dispuesta alguna a follar o a tener algún encuentro erótico que otro? Me quedé con las ganas. Soy tímido en el fondo. Espectáculo tras espectáculo, tomando incluso algunas cervezas y cafés en compañía de buenas amistades. Hasta que da la hora de cierre. Toca volver al hotel y venir mañana para seguir viendo espectáculos, pasando buen rato con los compañeros y haciendo contactos.
Llego al hotel. Con mucho nerviosismo en mi entrepierna. ¿Me masturbo? Bueno, con este calentón, quién se resiste. Una ducha fría y a dormir. No puedo dormir. Aquellas imágenes y la masturbación previa no me dejan descansar. Mejor abrir el móvil y buscar alguna escort cercana que me haga disfrutar como las actices que he visto durante todo el día. Abro Google y busco «Acompañantes en Barcelona«. Carol, Nicol, Nuria, Cielo, Celia, Thais… uff, cuantos nombres sugerentes. Morenas, rubias, castañas, ¡una pelirroja!. No sé por cual decidirme. Me paso varios minutos mirando sus fotos, acariciando mi pene mientras intento decidirme. Elena, Melany, Flor, Denis, Jenifer, ¡Sarita!, me llamó la atención sus comentarios: «morbosa, grandes pechos naturales y culazo», «su sexo sabe maravilloso y se humedece muchisimo», «tiene un francés lento y silabado es culta y muy simpática». Tiene la cara tapada en las fotos, aunque es lo de menos, me encantaría ver sus ojos verdes mientras me hace ese francés lento.
Llamo y concerto cita. En 30 minutos llega. Impaciente y nervioso, decido darme otra ducha para hacer tiempo. Recojo un poco la habitación para tener más sitio. Pasan 25 minutos y suena el timbre. Abro. Una mujer despampanante y con unos hermosos ojos verdes me abre la puerta. La dejo entrar, y mi calentón no me deja darle tiempo ni a presentarme.
La empiezo a acariciar suavemente por la piernas y voy subiendo, pero el erotismo del momento se rompe en seco. Me coge la mano directamente y se la mete en su coño. No lleva nada. Todo limpio y suave. Me mira con cara lasciva y con eso me pongo más cachondo. Me encanta. Ella gime sutilmente pero alza la voz puntualmente para que yo me encienda aún más. Ahora pongo mi otra mano en su pechos, ¡que grandes! Los masajeo más y más, me pongo a mirarlos fijamente y aún me pongo más canchondisimo que nunca, estoy a tope!!! Se quita el vestido entero, me aparta las manos y se sube encima mío, me pone las tetas en mi cara y las lamo, chupo y muerdo los pezones para que se ponga tierna.
Me tira encima de la cama, me desabrocha los pantalones y me la empieza a chupar, ¡su famoso francés lento! me lame toda la polla y me besa el capullo y es un no parar, minutos y minutos en el cielo. Se la saca de la boca, de repente se desnuda y se coloca en posición encima de la cama. A cuatro patas. Tremendo culo. Empiezo a comerle todo el coño, con el fin de mojarlo lo mayormente para el remate final. No paraba de gemir.
Empieza a follarle el coño muy fuertemente. Y cada vez más rato. Miro adelante y me veo reflejada en el espejo. Estoy al límite, la tengo a cuatro patas. Sus tetas se tambalean y gimo, así un buen rato, dándole cachetadas de vez en cuando. Me pide más, más, más, hasta que acabo corriéndome! Uff todo mi calentón por fin tuvo su fruto.
Me quedo unos minutos extasiado. Le comenté que fuera a la ducha. Necesitaba recuperar el aliento. Me despedí de ella y me di otra ducha…. Ahora sí puedo dormir.
Comentarios
No comment yet.